La Alcaldía de Santiago de Cali, comprometida con el bienestar de sus ciudadanos y la reducción de las brechas de género, anuncia la apertura del segundo ecosistema ‘CuidArte’ en el corregimiento El Saladito.
Esta iniciativa, liderada por la gestora social de la ciudad, Taliana Vargas, hace parte de la estrategia del Sistema Distrital del Cuidado, diseñada para promover la economía del cuidado y mejorar la calidad de vida de las mujeres y personas cuidadoras en la ciudad.
El Sistema Distrital ‘CuidArte’ ya cuenta con dos ecosistemas operativos: uno en la Comuna 15 y ahora uno en la zona rural, beneficiando a más de 55.000 habitantes de El Saladito. Una región que enfrenta desafíos significativos, como un alto índice de envejecimiento (84,60 %), una alta tasa de desempleo femenino (73,7 %) y un 68 % de hogares encabezados por mujeres.
La implementación del ecosistema ‘CuidArte’ en esta área es crucial para abordar las necesidades de cuidado de mujeres mayores y en situación laboral vulnerable.
Promoviendo el bienestar y la igualdad
La estrategia ‘CuidArte’ se basa en tres pilares fundamentales:
1. El derecho al cuidado para quienes lo requieren.
2. Los derechos y deberes de quienes cuidan.
3. El derecho y el deber de autocuidado.
Estas acciones buscan reconocer el cuidado como un trabajo y un derecho, reducir la carga de cuidado para las mujeres y redistribuir estas tareas dentro de la familia y la sociedad.
‘CuidArte’, un compromiso con la comunidad
Para el alcalde de Santiago de Cali, ‘CuidArte’ es un compromiso con la gente y las mujeres de Cali.
‘CuidArte’ ofrece una amplia gama de servicios de cuidado que incluyen espacios de respiro y autocuidado, prevención de violencias basadas en género, apoyo sicojurídico, actividad física, asesoramiento para el empoderamiento económico, y próximamente, espacios de expresión artística y educación flexible para adultos.
María Isabel Barón Caviedes, secretaria de Bienestar Social, subrayó la importancia de este nuevo ecosistema: “el ecosistema ‘CuidArte’ en El Saladito es un paso crucial para garantizar que nuestras mujeres y personas cuidadoras en la zona rural tengan acceso a los mismos recursos y oportunidades que aquellos en áreas urbanas. Es una apuesta por cambiar vidas y promover la igualdad de género”.