“Satic es nuestro hermano mayor”: Rubiela Giraldo, lideresa del sector San Francisco

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Rubiela Giraldo Giraldo vive en el barrio Siloé desde 1984. Hoy es una líder comunitaria de su territorio.

La colección de objetos que Rubiela Giraldo Giraldo posee en la entrada de su casa, es tan extensa que parece que tuviera vida propia. Sobre las estanterías reposan carros de juguete, linternas, cámaras fotográficas, radios y todo tipo de antiguas extrañezas que empezó a coleccionar.

Estos objetos representan tanto en la vida de Rubiela que ella recuerda la historia de cada cachivache que adorna la entrada de su hogar, ubicado en el sector San Francisco, cerca de la quebrada Isabel Pérez (comuna 20).

No solo colecciona objetos, también recolecta -a manos llenas- todo tipo de plantas que conforman la huerta del jardín trasero de su casa y que son, al mismo tiempo, la memoria de su vida.

Aprendió a sembrar árboles frutales y hierbas en el Tolima, departamento en el que nació. Su paciencia y esmero por las huertas la convirtió en una líder y en símbolo del trabajo en red del territorio donde vive desde 1984, que fortaleció luego de que su vida y pasión por las huertas se cruzara con el Sistema de Alertas Tempranas Inteligentes y Comunitarias-Satic.

Los saberes previos de Rubiela sobre la siembra de plantas en el territorio, facilitaron su incorporación a los procesos de Satic y fortalecieron las acciones colectivas que se empezaban a desarrollar en la parte alta de San Francisco.

Recuerda que cuando llegaba la lluvia, la quebrada Isabel Pérez empezaba a desbordarse y la gente se quedaba mirando desde las ventanas sin saber qué hacer. “Ahora, uno sabe cómo alertar a las personas y qué hacer cuando la quebrada empieza a venirse para las casas. Gracias Satic por estar aquí y no abandonarnos”, expresa.

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El relato de esta mujer hace parte de muchas historias presentes en las estrategias territoriales que Satic ha tenido en la Cali profunda. Su entrega por las huertas se convirtió en una manera de robustecer los sistemas de atención comunitarios, de cara a posibles emergencias en el territorio.

En ese sentido y junto al equipo de Satic, se brindaron herramientas para la creación de la primera huerta comunitaria de San Francisco, una zona de alto riesgo por movimiento en masa. Allí, esta apuesta se hizo como medida para reducir el riesgo a través de la implementación del sistema de terraceo, permitiendo la resignificación de un territorio en el que había una sensación de amenaza y donde ahora habita un proyecto que une a la comunidad.

Lo ocurrido en San Francisco es producto de una iniciativa que Rubiela empezó con su huerta personal, sembrada en un terreno empinado en el jardín trasero de su casa, cuya cima es una especie de mirador desde donde se puede ver todo el barrio. Entre materiales reciclados y reutilizados, emerge este imponente espacio que ha crecido, como ella misma dice, “utilizando la lógica para hacer buen abono y fertilizar la tierra del jardín”.

La huerta comunitaria es un proyecto que hace parte de los objetivos desarrollados por Satic en territorio, luego de instaurar capacidades para fomentar la utilización de plantas ornamentales y piro-resistentes, así como especies de árboles que cuidan el agua en tiempos de sequía y promueven la preservación de los ecosistemas.

Para ella, el paso de Satic por su vida y el sector en el que ha vivido durante los últimos años, no es poca cosa. “Sentimos que Satic es nuestro hermano mayor. Los muchachos (de Satic) son nuestro apoyo y esperamos que vengan muchos tiempos mejores”, manifiesta.

De esta manera Rubiela Giraldo Giraldo se convirtió en referente comunitario, por haber hecho de las huertas elementos para la apropiación del territorio aplicados a la prevención de emergencias y desastres, unión y cuidado del medio ambiente.

Así, lo construido por Satic en el sector San Francisco se convirtió en símbolo de evolución, para quienes creen firmemente que las huertas, el trabajo con la tierra y los procesos comunitarios pueden transformar vidas.

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