La participación de mujeres en cargos de máximo nivel decisorio subió, según el informe realizado por el Departamento Administrativo de la Función Pública. Pero el liderazgo femenino va más allá de una consideración ética de equidad, pues este se ha convertido en una herramienta para promover el crecimiento de las entidades y el desarrollo económico de los países, tal como lo demuestran varios estudios.
Por otra parte, las cuotas son un instrumento ampliamente utilizado por muchos países del mundo, con el fin de enfrentar y superar la exclusión de ciertos grupos sociales tradicionalmente discriminados; por ello, se fundamentan tanto en el principio de la igualdad como en el reconocimiento de los derechos políticos y en particular, en el derecho de las mujeres a participar en los asuntos públicos y en la toma de decisiones como líderes activas de la sociedad.
En este sentido, se expidió la Ley 581 de 2000 a través de la cual se crean mecanismos para garantizar la participación efectiva de las mujeres en los cargos de máximo nivel decisorio y otros niveles decisorios en todas las ramas y órganos del poder público del Estado colombiano.
En este punto, es importante precisar que la última medición realizada por el Departamento Administrativo de la Función Pública, (2023) refleja que el porcentaje de participación de las mujeres es el más alto (48,61%), comparado con los años recientes, ubicándose por encima de lo señalado en la Ley 581 de 2000 (30%).
Así mismo, de acuerdo con la caracterización de las servidoras y los servidores públicos en el Estado colombiano, las mujeres representan el 52% de la fuerza laboral, con base en los datos reportados por las entidades en el Sistema de Información y Gestión del Empleo Público – SIGEP, lo cual evidencia que la mujer ocupa un lugar preponderante en la agenda del Gobierno nacional y que consecuentemente con lo planteado, se han logrado avances significativos en la promoción de espacios de participación efectiva de la mujer, tanto en los cargos de nivel directivo como en los demás niveles jerárquicos que conforman la administración pública, contribuyendo a la equidad de género y a la diversidad e inclusión en el empleo público; tal y como se estableció en la Ley 2294 de 2023.
En consecuencia, el cumplimiento de la Ley 581 de 2000, contribuye a la generación de acciones concretas y sostenibles para la superación de brechas y la transformación cultural, con el fin de seguir promoviendo la participación de las mujeres en cargos de nivel directivo, así como, en las diferentes instancias de la administración pública, en aras de consolidar en el país un empleo público paritario en lo que a género corresponde.
Para ello, el Departamento Administrativo de la Función Pública presenta anualmente un informe sobre la participación de la mujer en los cargos de nivel directivo de los órdenes nacional y territorial, acorde con lo establecido en el artículo 123 de la mencionada Ley; y teniendo en cuenta lo señalado en el documento denominado “Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 Colombia Potencia Mundial de la Vida”, que hace parte integral de la Ley 2294 de 2023, y en su apartado “¡El Cambio es con las Mujeres!”, expresa que el cambio será con ellas y con todas sus formas de organización colectiva, incluyendo los enfoques feministas y antipatriarcales, así como la necesidad de superar la desigualdad de oportunidades, condiciones y trato entre mujeres y hombres, dando así paso a una democracia profunda.
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Claudia Salas